Despedido el verano, los festivales y el moreno, volvemos con un número de lo más otoñal.
Un número cargadito de contenidos, donde podremos descubrir los misterios de la Generación Z, una visión muy personal sobre la obra de Marina Abraimovic o una editorial “muy mini y muy independiente” de Ourense.
También le dejamos un hueco a la morriña, la morriña de todos esos festivales que tardarán tres estaciones en volver, como el WOSINC y, siguiendo en el plano de lo musical, conoceremos el nuevo proyecto de Thomas Dylan.
Y aún queda más… ilustración, arte digital, fotografía y diseño comparten espacio en nuestro apartado CROADORES.
Todo ello bajo la preciosa portada de Olalla Fernández, quien pone cara a una CROA cada vez más rana.
Tras este intento de abrir bocas no os entretengo más, tenéis mucho que leer.
A CROAR!