“Fotografiamos porque tenemos miedo a perder los recuerdos…”
Dos fotógrafos en una misma calle, pueden tener dos miradas distintas. Alberto Granada (Vigo), sabe captar la belleza en lo simple. Como nos recuerda en la entrevista “La fotografía siempre estuvo presente en mi vida al igual que la pintura. Fotografiamos porque tenemos miedo a perder los recuerdos, porque envejecemos, porque un día ya no estaremos y la sola evocación de ese vacío nos produce vértigo. Hoy en día la fotografía ya forma parte del lenguaje, es una manera de expresarse. Diría que casi está al nivel de la palabra”. Habla también con pasión de su reciente interés por transformar su lenguaje fotográfico gracias a la excelente ayuda y consejos de la fotógrafa viguesa Cristina Brea.
En sus recuerdos, los fotógrafos que siempre estuvieron presentes en su aprendizaje fotográfico son los grandes retratistas. Alberto García-Alix, por lo descarnado de su imagen sin tapujos ni artificios. La crudeza y la verdad siempre le interesan en la fotografía, aunque no siempre sea agradable. Dentro del lado opuesto, disfruta mucho de la poética de Doisneau, aunque reconoce que es principalmente, por el amor a la ciudad donde vivió mas de cinco años, Paris, y que ahora con estas instantáneas que presenta en este último proyecto y que expondrá por toda Galicia, recuerda con infinita nostalgia. Le interesa la fotografía como narración, y ante todo, a la hora de salir a tomar fotos, juega mucho con la intuición, la inmediatez. Como nos recuerda en el transcurso de esta conversación, con los medios disponibles hoy en día, fotografiamos en cualquier momento. Ocurre que luego, a la hora de editar, encuentra caminos, historias, que luego transforma en una narrativa fotográfica. Al fin y al cabo, como nos dice él, “ ver tus imágenes es una suerte de reandar el camino”. En su lenguaje visual, siempre están presentes las emociones. Intenta recogerlas en sus paseos y luego transmitirlas. Cosa bien distinta, como nos recuerda, es lograrlo siempre. Para terminar nos dice que siempre intenta que en sus imágenes se proyecte sus vivencias, su memoria, su cultura, esa mochila llena que todos cargamos y que para él no concibe en su hacer fotográfico. Como decía Momeñe, “ Hay imágenes hechas por personas que han sabido como mirar a través de un visor, cado uno con su personalidad, con su estilo, con su manera de hacer, con su opinión acerca de que debería ser un buena fotografía, con su mirada sobre el mundo. Hay fotógrafos que encuentran espacios mágicos… ” Alberto Granada, lo tiene… y es, su París.
Texto. José Moldes.