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Nací como Mario Rodríguez, y ahora también conocido como Mr. Trazo, procedo de Brazatortas, un pequeño pueblo situado al sur de la provincia de Ciudad Real aunque gran parte de mi infancia la pasé en el campo, ya que mi familia ha mantenido hasta no hace muchos años una antigua tradición, la trashumancia. El hecho de haber crecido en un entorno natural con pocos medios me ha enseñado a valorar las pequeñas cosas de la vida de apariencia insignificantes, además me enseñó a ser creativo, experimentar, y aprender que con casi cualquier cosa pueden crearse e inventarse otras.
Ahora resido en Cuenca, una ciudad que dotada de bellos parajes naturales y de emblemáticos espacios de arte, actúa como mi residencia artística. En dicha ciudad proseguí mi formación académica y he trabajado como diseñador gráfico, también realizo murales por encargo. Ambos trabajos suponen mi mayor fuente de ingresos, pero a su vez dificulta la producción de mi obra debido a que los horarios me dejan un escaso margen para trabajar en ella. Aunque la mayor parte de mi producción la estoy desarrollando en Cuenca, mi obra, de manera similar a mi tradición familiar, es trashumante y se ha exhibido en galerías de arte o se exhibe en el espacio público en ciudades como Madrid, Barcelona, Tenerife, Ibiza, Wiesbaden, Lisboa ó Londres.
Paralelamente a mi producción artística ejerzo una labor como promotor de eventos de Arte en el Espacio Público, propulsando proyectos como: Zarajos Deluxe “Street Artist Meeting”, Colours Street y Fehs al Bolut “Graffiti Rural”.
PROCESO CREATIVO:
En la actualidad, me defino como un artista sin etiquetas adicionales, aunque la mayor parte de mi obra se desarrolla en el espacio público. También hago otras cosas dentro de mi ámbito artístico, por ejemplo, mi gran afición por la música me llevó a experimentar durante un tiempo con la producción de música electrónica, generando de este modo piezas con cierto tono vanguardista, aunque esto lo hacía a un nivel muy casero, sin medios, ni formación académica musical.
De pequeño mi mayor pasión y diversión era dibujar, también inventar cosas y objetos que aunque finalmente no servían para nada, me entretenían. Me gustaba inventar cosas que se movían y emitían luces, creaba objetos con otros objetos, desmontando para ello viejos aparatos electrónicos.
La primera vez que vi un graffiti fue de paso por la gran ciudad, Madrid. Los colores y las formas de las letras entrelazadas me cautivaron, plantaron la semilla que más tarde me llevaría durante la etapa de la adolescencia a rebelarme ante la gente a través de mi pseudónimo escrito en las paredes. En un pequeño pueblo y bajo el anonimato comprobé la enorme fuerza del graffiti y descubrí que con el uso de tan solo un aerosol podía revolucionar a todo un pueblo.
Licenciado en Bellas Artes, formación académica que me ha proporcionado algunas herramientas y medios, he aprendido que puedo inventar mis propios instrumentos y reglas de creación, y romper con lo preestablecido.
MÉTODOS, TÉCNICAS Y MATERIALES:
Como artista habituado a trabajar en el espacio público, suelo usar cualquiera de los materiales y técnicas estandarizados para trabajar en la calle. Entre estas técnicas suelen destacar el uso del spray y de la pintura acrílica o plástica, que yo combino con la técnica del collage o el ensamblaje por medio de papeles de colores y fragmentos reciclados, en ocasiones estos collage invaden el espacio real. Algunas de mis piezas producidas en los últimos años también son fusionadas con fragmentos de video proyectado, haciendo uso, así, de nuevos medios y de su coordinación con las técnicas más tradicionales del arte urbano.
FUENTES DE INSPIRACIÓN:
Mi fuente de motivación reside sobre todo en el entorno (campo, ciudad, etc), la climatología o de la franja horaria en la que me halle trabajando, situaciones de las que todo el mundo puede hacerse eco y gozar. Viajar a otras ciudades y lugares recónditos donde pintar, compartir esa misma experiencia con otra gente con las misma aptitudes también es motivador.
Lo que más me inspira a la hora de crear es la capacidad de observación y los sentimientos que me suscita todo lo que observo. Por ejemplo, observar ciertas actitudes colectivas, negativas a mi parecer, me irrita y me incita a atacarlas desde mi obra.
FINALIDAD DE LA OBRA:
Mi trabajo lucha contra algunos sentimientos y actitudes colectivas, o de ciertos círculos, con la finalidad de romper con lo preestablecido por las masas, por ejemplo, contra la asimilación de ciertos cánones de belleza instaurados por la publicidad. Trato de mostrar la belleza latente en la deformación, también de demostrar la belleza de las cosas más simples que pocos aprecian.
Mi trabajo es una lucha constante conmigo mismo, lo necesito para sacar cosas que no quiero dentro, una lucha contra aspectos negativos de mi personalidad pero también del resto de la gente. A veces muestro cosas e ideas que me resultan graciosas y siento el gusto de compartir, otras veces uso el poder del mural para mostrar aspectos cotidianos ridículos en los que nadie se fija, el mural me resulta un arma muy potente cuando quiero hacer críticas, en apariencia de actitud desenfadada, pero en esencia con cierta ironía.
Quizás el arte no sea tan potente como para cambiar el mundo, pero si es una herramienta de gran valor para transmitir mensajes en un lenguaje distinto al verbal, que además de transmitirlos permite expresar unos sentimientos y suscitar otros. Además, plasma a la humanidad de cada época y la retrata junto a lo absurdo de la misma, para que en épocas venideras nos conozcan.