Conocí el trabajo de Gimena Berenguer ( Madrid, 1973), a través del proyecto fotográfico “ Adriano, sesión continua”, realizado por un grupo de artistas que se unían para plasmar sus visiones artísticas que nos recordara la memoria emocional de aquel cine que durante mucho tiempo, unió la vida social y cultural de la población de Barallobre ( Fene ) donde se encontraba.
Tal fue la fuerza de las imágenes que surgían de su proyecto, que en seguida me puse a conocer más a fondo su mirada fotográfica y traté de ponerme en contacto con ella para que nos hablara de este trabajo, (realizado también con Begoña Bah, su compañera infatigable de batallas) y de sus comienzos en la fotografía para que acercara a los apasionados a esta disciplina el trabajo de una fotógrafa con un talento especial para contar historias, historias breves y con una mirada poética, que tal como nos recuerda unas palabras del maestro Garry Winogrand, “ una buena fotografía es un punto de vista bien expresado”.
Gimena Berenguer, empezó de muy joven a componer imágenes. Sería en el cole a los 14 años donde tuvo la oportunidad de hacer un taller de revelado y positivo y desde entonces toma fotos. Preparó un pequeño laboratorio en el trastero de la casa de su madre y desde entonces no ha parado. Cuando terminó el colegio estudió fotografía en varias escuelas de Madrid y a los 19 años empezó ya a trabajar como fotógrafo profesional. Y hasta día de hoy, con un estudio fotográfico en A Coruña, que tal como nos dice, no podía vivir sin ello. La fotografía es su vida, su trabajo, su pasión, su forma de expresarse y desahogarse.
Cuando le comento que nos hable del tipo de fotografía en la cual se encuentra más a gusto, a la hora de expresarse, dice, que es aquella, en la que se desnuda y se desahoga. Por su trabajo tiene que hacer fotos de todo tipo y siempre se encuentra cómoda, porque tiene la suerte de trabajar en lo que realmente le apasiona. Recuerda también, que una de las primeras imágenes que le impresionó fue una foto de Helmut Newton, sin duda para ella el gran maestro, y a través de la fuerza de sus imágenes provocó ese acercamiento a esta disciplina.
A la hora de buscar proyectos, intenta siempre, buscar imágenes que le motiven, que hagan pensar al espectador, que le emocionen y hagan emocionar. Hay un pensamiento del gran fotógrafo Joel Meyerowtz que casi siempre lo toma como referencia en sus trabajos y que dice más o menos “ … las fotografías son como un ser lleno o vacio, y no lleno en términos de elementos que haya en ellas como árboles, paisajes o edificios, sino llenos de emociones, energía, descubrimientos y riesgos, y siempre se debe de dejar espacio suficiente para que alguien más, el espectador, se meta en la imagen…”. Por eso en sus trabajos predomina más la emoción, que la idea. Y sobre todo otro rasgo de una escena que pueda conquistar en su mirada, es, por encima de todo, la luz. También recuerda que con sus imágenes intenta que cuenten varias historias, que cada persona que las observa vea diferencies cosas, como si hablara varios idiomas. Es las de ella quiere que el azar sea protagonista. Y también nos dice, que hay quien ve en su trabajo, mejor que ella, el mensaje que su inconsciente envía. Hay veces que observa las fotos tomadas en el pasado y ve que ellas enviaban mensajes claros de sus sentimientos, que en aquel momento no supo ver hasta tiempo después.
Muchas veces fotografía por instinto, sin pensar demasiado, aunque casi siempre sus trabajos son por encargo. Pero cuando su alma se lo pide, entonces utiliza la fotografía como medio para desahogarse, sin más intención que eso, sin importarle mucho a quien le guste o no.
Cuando le pregunto por el tratamiento a la hora de tomar fotos, me dice, que aunque siente debilidad por el blanco y negro, también es cierto que necesita el color para expresarse. Que lo importante para ella es que la foto diga algo, que la haga sentir, independientemente del tratamiento que le des. No tiene especial interés en la opinión que haga el público de su obra. Como dice ella y nos recuerda a través de unas palabras de Eduardo Momeñe que dicen “ … los fotógrafos debemos encontrar nuestros espacios mágicos, esos lugares, situaciones, temáticas, donde nos sintamos cómodos y nuestras fotografías parezcan surgir más fácilmente”. Todo lo demás, no tiene importancia.
En cuento a proyectos de futuro, al margen del grandísimo trabajo creativo en “Adriano, sesión continua”, y obras maravillosas que puedes encontrar en la red, “Nocturnidades”, “In Memorian”,” Edición limitada de una vida”, etc… su proyecto de futuro es, trabajar y trabajar y seguir viviendo, haciendo lo que le gusta, que para ella no es poco.
Desde luego, encontrar de vez en cuando, grandes artistas que nos motiven con su mirada y nos motiven a seguir trabajando en esta disciplina, siempre es un placer. Gimena Berenguer, lo consigue son su mirada fotográfica… y con sus historia breves.
www.gimenaberenguer.com
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