Ayer, miércoles 17 de Julio asistimos a la exposición fotográfica (en el «Charlatana», en Vigo) de los alumnos de la fundación Igualarte y el fotógrafo Serxo González, quien impartió un cursillo de fotografía en dicha fundación.
Igualarte, como os contábamos en CROA11, es una escuela en la que jóvenes y adultos con necesidades especiales desarrollan su potencial artístico en diversas disciplinas como música, danza, interpretación o pintura.
Ayer, estos alumnos nos demostraron que, si algo tienen de especial, es su manera de captar los instantes, desde su punto de vista más personal y sin miedo de cual será el resultado, el cual, acaba siendo sorprendente.
Serxo González, fotógrafo vigués, impartió en la fundación un cursillo en el que, comenzando por la fotografía más actual con una cámara reflex, retrocedieron hasta una de las técnicas más antigua y compleja de tomar «instantáneas», la fotografía estenopeica. Con mucha paciencia y sin perder las ganas consiguió que estos alumnos que desconocían términos como ISO, profundidad de campo o distancia focal llegaran a resultados como los que ayer nos mostraron.
La exposición comenzó a las 19.00 horas con una introducción de Serxo, que proyectó las fotografías digitales para que todos las pudiésemos disfrutar en detalle entre comentarios, risas y aplausos. Nos enseñó las cajas de cartón que, durante unos días, fueron las cámaras de los alumno de igualarte y nos desveló algunos de los secretos que esconde este tipo de fotografía tan casera y manual.
Más tarde, degustando algún pinchito, pudimos sumergirnos con más calma fotografía por fotografía, entre las que encontramos algunas digitales realizadas con cámara reflex y otras, muy reconocibles por su color y tamaño, las estenopeicas.
Os dejamos una selección de imágenes para llenaros de envidia y que no os queráis perder la próxima cita con estos chicos.
En la exposición han participado Laura Rivas, Ariadna Expósito, Andrea Alonso, Gonzalo Gómez, Aitor Rivera, Daniela Montenegro, Xián Torres, Carmen Gómez y, su profe de fotografía, Serxo González.
Texto y fotografías: Marta Villar Cruces