Raquel Calviño. El Poder de la imagen. Por José Moldes.

Los fotógrafos debemos encontrar nuestros “espacios mágicos”.

Esos lugares, situaciones, temáticas, donde nos sintamos cómodos

 y nuestras fotografías parezcan surgir más fácilmente.

                                                                                                                                   Eduardo Momeñe.

Uno de los espacios mágicos de Raquel Calviño, es Pontevedra. Recorrer la ciudad, retratar esos espacios que forman parte de su día a día, su relación con los lugares de su vida cotidiana. El fin de las buenas fotografías, como diría Momeñe, “es aportar nuevos significados a lo que vemos, mostrar un mundo significado por la visión, legible, no abstracto, un mundo con nuevos rostros, todo ello gracias al poder revelador, de conversión, de la fotografía”.

Con motivo de la Expo que se inauguró en el Pazo da Cultura de Pontevedra, “Estar é ser”, el pasado Jueves 29 de Septiembre, y que podemos disfrutar hasta el 20 de Noviembre, quise mantener una entrevista con Raquel, para que nos hablara de este proyecto y de sus inicios en la fotografía y que nos diera a conocer, su manera de trabajar y preparar propuestas. Una artista con un carisma especial para contarnos cosas, con un trabajo firme y seguro, y que nos muestra a una creadora, cada vez más madura en sus propuestas fotográficas.

Conocí el trabajo de Raquel, hace unos años, cuando coincidimos en una exposición en Cambados. Su propuesta ya me resultó muy atractiva en su primera visión, porque reflejaba una ciudad, que cualquier aficionado a la fotografía de calle le encantaría recorrer, Nueva York, tomando imágenes con la cámara de su móvil, en un trabajo creativo, de una artista con ganas de contar cosas.

Raquel Calviño (Pontevedra, 1970 ), empezó muy joven tomando fotos, participando en concursos, su infancia en Bueu, su época universitaria en Compostela, retratando la ciudad de las luces y sombras, la ciudad de las piedras húmedas, de las calles con niebla. Pero no fué hasta el año 2011, cuando empezó a interesarse por las redes sociales, entre ellas Instagram, cuando volvió a retomar de manera activa la fotografía. A partir de ese momento, empezó paulatinamente a conseguir un buen equipo, asistir a cursos de fotografía y de forma autodidacta también, a recorrer las ciudades para plasmar parte de esa vida que le rodea con la sensibilidad y talento necesario para que con cada foto, nos sorprenda su mirada intensa. Aprendió de los grandes, Cartier Bresson, Sebastián Salgado, cualquier maestro que a través de su fotografías mostrara el lado mas poético de la imagen, imágenes sugerentes, no evidentes, que te hicieran pensar y sentir, donde el espectador juegue o quiera jugar con múltiples realidades.

Empezó también a tener sus primeras exposiciones, trabajos en digital tanto con la cámara, como con el móvil, ya que tal como nos cuenta, lo importante es la foto, no el dispositivo con el que se toma. Por eso, juega con los distintos estilos, fotografía de calle, autor, modelos. Le gusta ante todo deambular por la calle y la gente, considerando esta afición un ejercicio íntimo y personal.

Uno de los proyectos que mas me maravillan es el titulado ”Habitando otro cuerpo”, un trabajo realizado con la modelo Noal Var, que según cuenta la propia Raquel, trata sobre el amor, la sensualidad, y la soledad. Un trabajo muy maduro que le llevó varios años documentándose y que le apartó de la fotografía de calle para trabajar con el corazón, más que con la cabeza. Buscando poesía en la imagen, y buscando trasmitir más emoción que idea. Quiere tener claro, cuando comienza un proyecto, saber lo que quiere trasmitir antes de empezar a fotografiar. Es meticulosa en cuanto a la documentación y reflexión antes de tomar las primeras imágenes. Aunque como todo fotógrafo, pueda cambiar y tomar decisiones contrarias a lo propiamente establecido. Pero ante todo, busca siempre emocionar, ya que va con su carácter y su forma de ser. Proyectar su forma de vida en las imágenes, como siente la vida, como uno es, pero ante todo, trasmitir “Emoción”, palabra clave en su trabajo. Según qué proyectos, trabaja el blanco y negro o color, pero ante todo y es algo que le gusta resaltar, lo que realmente le interesa no es la buena foto, sino la coherencia, constancia y consistencia en el trabajo y en la obra.

Tiene proyectos futuros, pero no le gusta hablar ni desvelar esos trabajos. Algo nos comenta de uno relacionado con la infancia, pero aun está en mente. En cuanto a la lectura que haga el público de su obra, en general, le gusta agradar, a ser reconocida y valorada como autora. Le gusta que el público se emocione y disfrute de su trabajo, como ella haciéndolo, y como lo hace con los grandes maestros, a los que vuelve siempre para inspirarse y aprender, entre ellos,  su fotógrafo de cabecera, Stephen Shore.

Espero que disfruten del trabajo de Raquel Calviño, “Estar é ser”,  en Pontevedra, hasta el 20 de Noviembre, comisionada por Ramón Rozas, y adéntrense en la propuesta de esta autora con una mirada poética y madura que seguro que les va a sorprender. Aprovechando que indagan en su trabajo, no se olviden de revisar su magnífica propuesta titulada “Habitando otro cuerpo”, un exquisito proyecto, con una sensibilidad especial en sus imágenes, que pocas veces podemos encontrar en los trabajos fotográficos hoy en día.

 

“Mirar la ciudad. Eso que pensamos que hacemos cada día, aparece con Raquel Calviño una nueva dimensión, una cara nueva dentro de un discurso de fondo que nos permite ver a esta ciudad como pocas veces se vió…”

Ramón Rozas.

Comisario de la Expo “Estar é ser”.

 

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www.instagram.com/raquelcalvino

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José Moldes

José Moldes, Tui Pontevedra (1967) inició su andadura fotográfica en el año 1995. Su obra es un reflejo de su mundo interior, donde intenta mostrar imágenes que nos hablan de ausencias, de la soledad, el hombre y los objetos en lo cotidiano a la luz de un día cualquiera. Urbanita antes que paisajista, busca la figura humana, melancólica, contemplativa, en el inmenso paisaje que le rodea. “Su mirada es avariciosa, quiere atesorar cada rincón, cada rayo de luz, cada destello en otros ojos…, mil detalles a la vuelta de cada esquina. La fotografía que propone, solo muestra, no dice ni explica. Es una propuesta filosófica antes que estética. Cualquier interpretación supondrá una mirada nueva, otra propuesta, que no está, ni necesita estar, en la fotografía original“. Antonio Romero Seguín, es escritor. Colabora con la revista de divulgación cultural Croa Magazine, con entrevistas a fotógrafos y artistas gráficos. Realizó exposiciones en Galicia, Extremadura, Porto ( Portugal ). Participó en el Festival Visións na Coruña 2016. Actualmente trabaja en dos proyectos que verán la luz durante el año 2018.

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