El sábado 11 de mayo, a las 20.30 se inaugura la exposición «Corazones de agua y aceite» de Lil Abi en Detrás do MARCO (c/ Londres). Estará acompañada por Pobreartista a los platos, con música experimental y avant-garde.
Texto de Lil Abi
«¿Por qué ellas? Siempre me ha gustado observar con detenimiento a las personas. En ese acto contemplativo, hay algo que se transforma en una constante de mi pintura y que viene ya de mi afición fotográfica: el gusto por los retratos, inclinándome finalmente por los femeninos. Pinto mujeres porque son una prolongación de mí misma. Es la forma de mostrar mis sentimientos, hacerlos latentes, vistiendo cada uno de ellos con rostros distintos. Y, al mismo tiempo, todos poseen una esencia común. Y es que con frecuencia, dicen que comparten cierto parecido conmigo. Es cierto, todas mis mujeres llevan una parte de mí. Y entre ellas y yo existe un lazo invisible. Compañeras de días grises y días rosas…
Nacen de situaciones personales, de sentimientos, de una canción, de lo que sucede a mi alrededor, de lo cotidiano y de lo extraordinario…
En mis obras siempre resalto aquellos rasgos femeninos que siempre han captado mi atención. Ojos grandes, labios y pechos voluptuosos, curvas, cabellos que se cruzan en sus rostros y que otorgan personalidad y fuerza. Largos cuellos que se alzan hacia el cielo en busca de la libertad o que se pliegan con angustia y resignación.
He utilizado siempre elementos como la flora y la fauna. Una interacción de la figura femenina con la naturaleza, con la delicadeza de las flores, con los animales, utilizando estos elementos de forma simbólica».
Corazones de agua y aceite
Este título viene marcado, por un lado, por los dos tipos de pintura más utilizados en mis obras. El óleo, espeso, lento, brillante, controlable y con base de aceite, y por otro lado, la acuarela, fluida, rápida, por momentos incontrolable, con vida propia, con base de agua.
Agua y aceite hacen referencia también a las relaciones personales en general, que suelen impulsar mis ideas y dan vida a mis mujeres.
Amor, desamor, momentos alegres y tristes, igualdad de opiniones o enfrentamiento. Todo ello forma parte de mi vida. Una antítesis que convive en una armonía obligatoria por un afán de supervivencia, de búsqueda de la felicidad.
Dos fluidos incapaces de mezclarse entre ellos, como un eterno conflicto. Pero que pueden compartir un mismo espacio sin perder su propia identidad.
