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“Nos gusta la gente que hace cosas, y nos gusta también la gente que disfruta de las cosas que otros hacen”, es una frase que hace años escuché y que he adoptado, porque todos somos creadores y/o consumidores de cultura. Y en medio, muchas veces, están los “facilitadores” de cultura, de proyectos, de eventos… quienes hacen posible que existan espacios de autogestión cultural, donde se ponen en valor diferentes manifestaciones artísticas que muchas veces no encajan en los circuitos del “stablishment” oficial y las entidades locales.

Sabemos lo difícil que resulta como creador hacerse un hueco en el “mundillo”, sacar adelante un proyecto, hacer una gira, o exhibir tu obra, ya sea musical, audiovisual, teatral, plástica o editorial. Ya no hablo de vivir de ello, sino simplemente de tener posibilidades de exponer al público lo que uno hace, y es precisamente en estos circuitos más “alternativos” donde podemos percibir esa avanzadilla cultural, más desinhibida y fresca, emocionante, libre y con sentido del humor. Porque es aquí donde el factor del “todo por la pasta” no es tan influyente, donde la creatividad no está tan determinada por el gusto “de moda”, o por los intereses de los patrocinadores, o las masas de consumo.   

En los últimos años, han ido surgiendo en diferentes puntos de Galicia espacios multidisciplinares que responden a unos valores de autogestión que van más allá de lo que hasta ahora vivimos en décadas anteriores. Ya no se trata solamente de lugares “okupados” (hoy este factor “okupa” ni se cuestiona ni es indispensable), sino que son centros de producción y programación cultural capaces de recoger la efervescencia que estamos viviendo en cuanto a creatividad, desarrollo de proyectos y eventos. Son espacios muy participativos y abiertos, gestionados de forma asociativa o en base a mecanismos de cooperación o comisiones de trabajo, y se fundamentan en conceptos como “cultura libre”, auto-producción, auto-edición, trabajo en red, etc. En general, lo que hay es una intención de dar cabida a todas aquellas propuestas artísticas y dar respuesta a una gran demanda cultural que tiene la sociedad hoy día, y que en muchas ciudades y localidades no está siendo debidamente atendida por los gestores públicos (todo sea dicho).

Por poner dos ejemplos, La Tabacalera en Madrid o L’Ateneu de 9 Barris en Barcelona, responden a estas mismas características y se han ido haciendo un nombre en la ciudad hasta el punto de funcionar de forma profesionalizada y con grandes recursos propios, creciendo año tras año sin que ello haya supuesto perder su autonomía ni su misión. En Galicia hay ejemplos más discretos pero no menos interesantes que mencionar, algunos tienden hacia la especialización (artes plásticas, escénicas, etc.) y otros constituyen verdaderos focos de acción cultural (organización de festivales y eventos de todo tipo).

Uno de los más conocidos en nuestra tierra es el Liceo Mutante, en Pontevedra. Famoso por sus locos festivales y conciertos, es parada obligatoria de aquellos grupos alternativos que quieran hacerse un camino en la escena musical gallega. Por aquí pasaron grupos como Monstruo, Guerrera, Bala, Vozzyow, Terbutalina, Cuchillo de Fuego, Cró!, Ataque Escampe, Unicornibot, Diola, Zamaramandi, Los Pontianks, y un sin fin de nombres y formaciones de las que vale la pena estar pendientes. El Liceo es como un trampolín de grupos locales hacia nuevos escenarios, pero también es un lugar de paso de grupos en gira como han sido Betunizer, Nueva Vulcano, Fee Rega, Lucrecia Dalt, Elle Belga, etc… Además, sus ciclos de cine y de teatro, así como eventos de autoedición y fanzines, terminan de redondear una programación incesante y de calidad.

Cartel: Nuria Figueirido

Cartel: Nuria Figueirido

En una línea similar, y compartiendo un mismo gusto musical, está (o estaba) Casa Tomada, en A Coruña. Ahora ha tomado el relevo un nuevo colectivo que ha logrado mantener vivo el proyecto y ha pasado a llamarse Nave 1839. Toma su nombre del registro de la propiedad de Adif, al que pertenece este local, ubicado en la estación de tren. No pretende ser simplemente una sala de conciertos sino un espacio multidisciplinar que dé cabida a proyectos de diferentes tipos, como charlas, talleres, cineclub, autoedición, festivales…. y entre sus objetivos está el de fortalecer el tejido social del territorio en el que se encuentra. Tanto el Liceo Mutante como Casa Tomada y ahora Nave 1839 tienen un toque singular en cuanto al diseño gráfico de sus carteles mensuales, con un estilo muy naïf y “street art” que vale la pena atender, colaboraciones artísticas que aportan, sin duda, un valor añadido.

En Vigo, el Charenton Club Cultura está situado en una nave de estilo modernista y toma su nombre de un conocido hospital psiquiátrico francés del siglo XVII, donde personajes como el Marqués de Sade o el poeta Paul Verlaine estuvieron “encerrados” por ser considerados enfermos mentales, seres extraños y personas que mostraban locura, obscenidad, desvergüenza, desinhibición, depravación, molestos para la sociedad de entonces. Sin embargo, este asilo no fue capaz de incapacitar la expresión artística de sus moradores sino más bien fue un buen refugio para dar rienda suelta a su pensamiento.

Adoptando estos principios de libertad de expresión, el Charenton apuesta por las artes y las letras gallegas e internacionales, es un lugar para aquellos que tienen algo que contar o que enseñar lo puedan hacer aquí. Su programación se abre a un elenco de colectivos en la ciudad y fuera de ella. Podéis disfrutar de una velada de poesía, microteatro, un cabaret, un cineclub, un concierto o bien hacer una ruta en bici y después una sesión vermouth o un mercadillo vintage, o también apuntarte a cursos para aprender a tocar el “theremin” o a bailar lindy hop.

En esta misma ciudad, hay otro interesante espacio: Alg-a Lab es un centro social 2.0, un laboratorio de experimentación cultural que nace en el año 2008 del seno de la asociación de artistas Alg-a. El laboratorio es un lugar de experimentación, creación, intercambios y convivencia puesto a disposición de personas y colectivos relacionados con las artes sonoras, escénicas y audiovisuales, la arquitectura, la tecnología, la permacultura, la educación, la investigación artística, etc., siempre desde una perspectiva de comunidad, trabajo en red y licencias Creative Commons. Se encuentra en el barrio vigués de Valladares y consta de dos “containers”, una vivienda de dos plantas y un terreno de 3000 m2, todo ello en régimen de cesión y habilitado para poder hacer residencias artísticas, workshops, exposiciones, conciertos y eventos de todo tipo, e incluso alberga una radio comunitaria, Radio Piratona (emisora libre).

En Alg-a Lab se han realizado interesantes eventos como el “Encuentro de Arquitecturas Colectivas”, “Feira Imaxinaria”, “Herm3tica. Cámaras, sensores y telepresencia”, “Vértixe sonora”, varias ediciones del “Curtopía” y también del “Grito Rock”, entre otras muchas actividades de conciertos, encuentros, mesas de trabajo, exposiciones y “performances”, fiestas y colaboraciones con diferentes entidades de la ciudad a las que se cede el espacio.

Charenton1

Cerca, en Nigrán, está Casa Colorida. Se define como “Laboratorio do Común para o desenvolvemento Integral da Cultura Libre en GZ” y en él se desarrolla una intensa actividad de dinamización cultural del Val Miñor facilitando un acceso libre a la cultura mediante propuestas ciudadanas y a través del intercambio de saberes, conocimientos y aprendizajes que contribuyen a crear la “Universidad libre”. Con un modelo de gestión abierto, participativo, transparente y horizontal, sus principios y objetivos buscan el bien común, facilitar la cohesión social y fortalecer las relaciones sociales de forma igualitaria y mediante procesos participativos que contribuyen al desarrollo de la propia comunidad. Además de cursos y talleres de todo tipo, huerta ecológica y residencia, también participan en red con otros proyectos y festivales del entorno.

Otro de los centros a tener en cuenta, pero especializado en el ámbito de las artes plásticas, es Espacio Matrioska, en Ourense. Está formado por un colectivo artístico que, al igual que una muñeca rusa, utilizan diferentes disciplinas artísticas unas dentro de otras como medio de aprendizaje mutuo e intercambio. Su intención es llevar la práctica cultural contemporánea, habitualmente urbana, al medio rural (pues se encuentra en el municipio de Os Blancos, comarca de A Limia) y establecer un vínculo con el entorno a través de actividades, jornadas y talleres que creen diálogo con los habitantes de la zona. Organizan el Festival Reina Loba y promueven residencias artísticas, convocatorias y actividades.

Y para acabar, en Santiago, están Unitaria y A Regadeira de Adela. Unitaria es un espacio multidisciplinar gestionado por la “Asociación Amigos si, pero a Vaquiña polo que Vale”. En él se hacen actividades de tipo formativo: cursos, charlas, talleres relacionados con el audiovisual, el diseño, cómic, actoral, nuevas tecnologías… A Regadeira de Adela, en pleno centro de Compostela, es un lugar para disfrutar de las artes escénicas de una forma particular ya que la escena se realiza en alguna de las habitaciones o espacios de lo que en su día fue una vivienda, hoy con una decoración vintage, y donde también se hacen exposiciones.

Estos son sólo algunos ejemplos, y demuestran que la democratización de la cultura también consiste en que seamos nosotros quienes decidamos qué cultura queremos tener, ver y hacer. Acercar las artes y la cultura a los ciudadanos permitiendo su participación y creatividad, y por tanto su desarrollo personal, contribuye claramente a crear una sociedad más inteligente y libre, y también a crear momentos de goce, altruismo y cooperación.

<<A partir de las relaciones del hombre con la realidad, resultantes de estar con ella y en ella, por los actos de creación, recreación y decisión, éste va dinamizando su mundo. Va dominando su realidad, humanizándola, acrecentándola con algo que él mismo crea; va temporalizando los espacios geográficos, hace cultura.>> (Paulo Freire).

Isabel Prado

Tras estudiar Historia del Arte y Gestión Cultural, trato de permanecer conectada a la vida artística, cultural y social del lugar donde vivo, participando y colaborando en diferentes proyectos o difundiendo los que otros hacen, porque me gusta y me apasiona!

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