Entrevistamos a Fernando Llor

Después de acudir a la presentación de su nueva obra “Las adivinaciones de Louis Rimson y la catástrofe de Villa de Dunia”, nos quedamos con ganas de (mucho) más y decidimos que era hora de abordarlo. Fernando Llor responde a nuestras preguntas y nos cuenta qué está tramando ahora.

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 «Echo en falta un sistema de reparto de beneficios por la venta de libros que no deje en el último lugar a los autores»

En “Las adivinaciones de Louis Rimson y la catástrofe de Villa de Dunia, te atreves con la ficción, el misterio y el terror. ¿Cómo te sentiste mientras lo escribías? ¿Empatizaste mucho?

La verdad es que suelo meterme bastante en las historias cuando las escribo. En los primeros capítulos, los que son un poco más light, tendía a buscar un lenguaje más informativo, es decir, la historia está contada a través de un cronista y, por tanto, pretendía que se crease cierta distancia entre el personaje y aquello que estaba contando. En realidad todo eso forma parte de una trampa. A medida que la historia avanza, el propio cronista se siente más involucrado en la historia y eso hace que al escribirlo yo también me metiese cada vez más. No sé si podría decir que empaticé con los personajes, sí que me metí mucho en la historia porque tampoco conozco otra manera de contar algo. La suerte que tuve es que desde el principio sabía qué quería contar en cada capítulo y eso me ayudó mucho a jugar con las emociones que pretendía conseguir.

¿Has tenido noticias de tu público que te hayan contado sus sentimientos después de leer el libro?

Sí, ya hay varios lectores que me han hablado de qué han sentido al leerlo. Algunos se han mostrado más analíticos y otros directamente me han dicho que han pasado mucho miedo. La mayoría han coincidido en que el libro es muy visual y, de algún modo, les ha hecho sentir algún escalofrío.

Sabemos que das clases, trabajas en varios sitios como redactor y, además, escribes relatos, guionizas cómics, creas cortos… ¿Cuál es tu método de trabajo para, ya no solo conciliar todo esto, sino también para escribir tus libros?

Organización. Y eso es algo que siempre me ha costado muchísimo. Trato de tener calendarizado todo lo que hago pero resulta muy complicado. Me temo que este año tendré que empezar a rechazar propuestas para llegar a todo.

En cuanto a la escritura yo soy de los que trabajo con escaleta. Necesito tener un esquema de la historia para saber por donde la voy a llevar y, sobre todo, a donde la dirijo. Luego puedo cambiar o reestructurar esa escaleta sobre la marcha, pero en un principio la necesito y la trabajo mucho. Eso me ahorra mucho trabajo de reescritura después. Cuanto más elaborada esté la escaleta, cuantas más versiones tenga, más ligero y más conciso seré después en la escritura.

Completa la frase: ‘Si no fuese escritor sería…..”

Actor, puede que payaso. Es algo que me gustaba mucho de niño y estuve en el grupo de teatro del cole. Después cuando estudié en la escuela de guión, probé haciendo alguna cosilla y la gente me animó a seguir, pero no sé, no tengo claro que pudiese ganarme la vida con ello.

Un libro que haya marcado un antes y un después en tu vida? ¿Por qué?

¡Ostras! Pues no sé si podría decir sólo uno. Con 15 o 16 años empecé a aficionarme a leer teatro y mi madre me regaló “La ven

ganza de Don Mendo” de Pedro Muñoz Seca. La verdad es que me reí muchísimo y lo he debido leer unas 15 veces. También me marcó mucho Shakespeare, especialmente “Ricardo III”. La suerte es que pude ver ambas representadas, una en Madrid y otra en Lisboa.

Aparte de eso también me han marcado muchos cómics, pero no sería capaz de hacer una enumeración y dejarme algunos atrás. Me gustan Moore, Miller, Gaiman, Ennis, Pak, Millar…

El día de la presentación en Vigo, en el café Mishima, no quedaron ejemplares. Primero, ¡enhorabuena! Segundo: ¿Hay aún libros a la venta para quien se quiera hacer con él?

En digital quedan todos los que se quieran. En papel quedan muy poquitos para agotar la edición y se pueden conseguir a través de la web de Hombrecillos Verdes

¿Qué es lo que más echas en falta en España siendo escritor?

Pues por el lado del guión de cómic echo en falta muchas cosas. Me gustaría que hubiese planes serios para incentivar la lectura en colegios e institutos. El otro día leía un informe que hablaba de que en España sólo 3 de cada 10 personas afirma haber comprado y leído un libro en el último año. También echo en falta un sistema de reparto de beneficios por la venta de libros que no deje en el último lugar a los autores. Lo normal es que nos llevemos entre un 8 y un 10 por ciento de cada venta, sin embargo hay distribuidoras que pueden llegar a llevarse entre un 45 y un 52 por ciento y no tiene ningún sentido.

Por otro lado también me gustaría ver escuelas profesionales de cómic, de cine y de escritores, que estuviesen financiadas de algún modo por las instituciones o que directamente fuesen públicas. Actualmente se está formando a chavales por un alto coste para profesiones que van a requerir un esfuerzo titánico si quieren conseguir algo con ellas.

¿En qué más estás trabajando ahora?

portadaPues lo más inmediato son dos cosas. Por un lado un cómic colaborativo que se llama ‘Sangre en el suelo’ en el que colaboro con ocho dibujantes diferentes y una editora. Tratamos de armar un juego con el lector en el que se comete un crimen y hay seis sospechosos y sólo al final se resuelve.

portadaTambién estoy a punto presentar un cómic nuevo: ‘Ojos Grises’, dibujado por Roger Vidal, con color de Álex Batlle y editado por Panini. Se trata de una historia en la que un chaval de 14 años ve como un policía comete un acto atroz en un barrio obrero y en el verano de los 90. Es una historia social en la que se abordan temas como la drogadicción, la moralidad o la gentrificación sufrida por muchos barrios industriales y de clases obreras a finales del siglo XX.

Y además de todo eso ya estoy preparando nuevos proyectos para 2017. Junto al dibujante Alex Muñoz estoy escribiendo ‘Clappers’, una historia de corte postapocalíptico con mucho contenido científico. Con Pablo Caballo hago ‘El Espíritu del Escorpión’ sobre el criminal de guerra Radovan Karadzic , condenado por la masacre de Srebrenica (entre otras cosas), y cómo se ocultó durante años en Belgrado haciéndose pasar por el gurú de la new age californiana Dragan Dabic. Con Pedro Segade estoy inmerso en ‘Secreto Secretorum’, una historia de aventuras enmarcada en un ambiente de espiritistas en la España del siglo XIX. Y con Rafael Vargas y José Expósito preparamos ‘La Isla’ ambientada en un lugar en el que no nacen hombres desde hace dos siglos y las mujeres son obligadas a parir por medio de la experimentación genética.

Y bueno, hay algunas cosas más, pero que aún están un poco verdes como para poder ir hablando de ellas.

www.guionistadebarrio.com

Celeste Conde Gómez

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