ELISA BARTOLOMÉ ( sally foto ). Poemas visuales

Es necesaria una sensibilidad para ver,

lo que otros no ven.

André Kertész

 

Creo que fue Cartier-Besson quien dijo, “No hace falta que se comprenda una fotografía a la primera, es suficiente con que te atrape por el motivo que sea, ni siquiera tienes que entender al cien por cien lo que contiene. El error está en tener que explicar hasta la saciedad para que resulte atractiva. Construir imágenes que se sostengan solas y que no dependan de un montón de palabras para funcionar…”. Escribo esto, porque es lo que sentí al ver por primera vez los trabajos de Elisa Bartolomé ( sally foto ). Imágenes maravillosas, llenas de poesía, de lírica, de belleza sensual, de pequeños detalles que proceden de una de las miradas más frescas y sensibles de la fotografía actual, y que contienen un poder visual que no necesita ninguna palabra para explicarlas. Imágenes que emocionan desde el primer momento…

Me puse en contacto con esta artista afincada en Madrid, para que nos hablara de su trabajo, de su mirada, de los fotógrafos que le influyeron y de sus proyectos de presente y de futuro. La conversación trascurrió por teléfono, y tanto las respuestas como la manera de darlas, denotaba que nos encontramos ante una creadora que tiene muy claro lo que hace,  lo que siente y lo que nos quiere trasmitir. Aunque nació en Madrid (1972) viajó y residió un tiempo fuera de España, pero tal como nos dice, después de dar muchos tumbos internacionales, terminó establecida definitivamente en su ciudad de origen, aunque sus instintos viajeros la llevan a perderse infinitas veces cuando tiene ocasión. Es una fotógrafa que suele trabajar principalmente en sesiones individuales, con mujeres anónimas que a veces solo quieren un recuerdo para ellas mismas, sin más pretensiones. Aunque siempre haya un contrato de por medio y las fotos sean de ella, también son de las modelos y uno de sus principios, es respetar la privacidad de quien no quiere verse expuesta en redes. Es algo que acepta y respecta. Por eso quizás parezca que su porfolio es reducido.

Tal como nos comenta durante la conversación, en sus inicios fue la fotografía la que se aproximo a ella, no a la inversa, y fue por necesidad, o casualidad o destino… Lo que tiene claro es que al no venir de familia de fotógrafos, todo su aprendizaje fue de manera autodidacta, sin formación específica. Le gusta mirar con paciencia lo que le rodea, quizás por eso es mucho de detalles. Hay una frase de Berenice Abbot, que significa mucho para ella y suele llevar al pie de la letra y que dice “ …una fotografía no es una pintura, ni un poema, ni una sinfonía, ni una danza, una fotografía no es solo una imagen bonita. Una fotografía es o debería ser un documento significativo, una afirmación penetrante, que puede ser descrita con un término muy sencillo. Selección…la selección del contenido apropiado a la imagen…”. Por eso es fotógrafa de detalles.

Recuerda que una de las fotografías que más le impresionó al principio, aun sin saber de quién era, era la imagen en blanco y negro de una madre despertando en la cama junto a su bebé. Es una escena cotidiana, pero cuenta una historia maravillosa, en este caso real, con infinidad de detalles. Tierna y acogedora, como quiere que sean sus instantáneas. La foto era de William Eugene Smith. Desde aquella visión tuvo el presentimiento de que la fotografía formaría parte de su vida. Por eso ella, no es nadie sin la fotografía y ellas ( sus fotografías ), no son nada sin ella. Aunque le gusta la fotografía de calle, no la arquitectónica, sino la humana, porque es donde se encuentra más a gusto por su manera de trasmitir emociones, aunque reconoce, que en el retrato es donde se siente más creativa y cómoda para trasmitir su sensibilidad, ese pequeño gran don que es importante poseer para realizar cualquier actividad.

En cuanto a si tiene claro la toma o se aclara durante el proceso creativo cuando afronta un nuevo proyecto, también es muy determinante. Todo proyecto hay que desarrollarlo antes, indispensable. En su caso le gusta conocer a la persona antes, charlar, observar sus movimientos, manos, pelo, mirada, forma de hablar. Luego piensan juntas en el tipo de vestuario mas apropiado. Suele ser más bien poco, porque es una enamorada de la piel y de lo que se puede transmitir con ella. Depende de la magnitud del proyecto, si es más o menos ambicioso, pero suele tener un dossier base al que luego siempre termina dando la vuelta por completo. Así supone que sí, que se aclara o se complica con el proceso…

Lo que tiene clarísimo es que busca la emoción en la toma, a ser posible sin normas, por encima de toda regla. Y ante todo, que ella se proyecte en su trabajo. Su sensibilidad está enfocada a la persona que tiene ante su objetivo, pero humildemente quiere que su sello personal diga que la foto la realizó ella y cree que lo consigue. A veces busca la inspiración en otros fotógrafos que admira, Fernando Ocaña, Gosia Janik, Piotr Skrzypczyk, Anna O, fotógrafos que tienen o buscan, como le gusta a ella, la sensibilidad, la sencillez, la integración de los protagonistas. Aspira a lo mismo en sus fotografías, no le importa si son técnicamente correctas, pero tanto las imágenes de ellos como las suyas, necesita que le hablen, que le cuenten cosas y consigan dejarla clavada frente a ellas.

Le pasa lo mismo con el color o el blanco y negro. Según se lo pida la escena, no lo decide ella. Si bien es verdad que el blanco y negro es fuerza e intensidad, también es cierto que el color es vida. Por eso todos los elementos son necesarios y no lo puede elegir de forma generalizada.

Tiene proyecto listo para desembalar, pero tal como nos dice, por ahora se lo guarda y prefiere no compartir. Eso sí, busca en los mismos, como en todo su trabajo, la complicidad entre espectador y creador, buscando la sencillez y naturalidad, la sensualidad y la delicadeza en la mayoría de las veces de la mujer, sin sobrepasar la línea a la sexualidad, una línea muy fina en que dejaría tener la elegancia que intenta siempre trasmitir. Elisa Bartolomé, poesía en la fotografía…

En Madrid a 16 de Noviembre de 2016.

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José Moldes

José Moldes, Tui Pontevedra (1967) inició su andadura fotográfica en el año 1995. Su obra es un reflejo de su mundo interior, donde intenta mostrar imágenes que nos hablan de ausencias, de la soledad, el hombre y los objetos en lo cotidiano a la luz de un día cualquiera. Urbanita antes que paisajista, busca la figura humana, melancólica, contemplativa, en el inmenso paisaje que le rodea. “Su mirada es avariciosa, quiere atesorar cada rincón, cada rayo de luz, cada destello en otros ojos…, mil detalles a la vuelta de cada esquina. La fotografía que propone, solo muestra, no dice ni explica. Es una propuesta filosófica antes que estética. Cualquier interpretación supondrá una mirada nueva, otra propuesta, que no está, ni necesita estar, en la fotografía original“. Antonio Romero Seguín, es escritor. Colabora con la revista de divulgación cultural Croa Magazine, con entrevistas a fotógrafos y artistas gráficos. Realizó exposiciones en Galicia, Extremadura, Porto ( Portugal ). Participó en el Festival Visións na Coruña 2016. Actualmente trabaja en dos proyectos que verán la luz durante el año 2018.

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