Aunque la mayor parte del turismo de Ámsterdam llega curioso por saber qué es eso de los coffe shops, en esta bonita ciudad hay mucho mas. Sus canales y sus miles de bicicletas, las que están por las calles aparcadas y las que se hunden en el fondo de los canales, su tranvía, sus calles llenas de vida, sus colores… Eso es Amsterdam, cuando paseas por los canales y la gente que vive en pequeños barcos de madera están sobre la proa con su copita de vino disfrutando de un día de sol. Sus tulipanes. Sus casas, desde la casa con la fachada mas estrecha del mundo en el canal Singel que mide solamente un metro de ancho a la casa de Anna Frank ante la cual las colas matinales para entrar dan la vuelta a la manzana.
El movimiento arquitectónico que va desde las obras del arquitecto holandés Berlage, pasando por el de la Escuela de Amsterdam hasta proyectos innovadores de arte moderno hace de Amsterdam una preciosa ciudad llena de lugares que visitar. Sus paredes llenas de pequeños mensajes, graffitis, dibujos, collages, murales, esculturas y pegatinas y sus fachadas, aquellas que pertenecen a edificios okupas que fueron cedidos a colectivos de artistas para poder crear estudios y exponer sus obras de forma gratuita. Una ciudad que es un museo gratuito al aire libre.
